Puntos clave para comprender el síndrome de dolor miofascial


Hasta uno de cada tres lucha contra el dolor musculoesquelético según la Organización Mundial de la Salud. Si te incluyes en este grupo, es posible que tengas un problema conocido como síndrome de dolor miofascial. Este síndrome puede presentarse de varias maneras incómodas que limitan su movilidad y su calidad de vida en general.

El síndrome de dolor miofascial puede hacer que quienes lo padecen se sientan confundidos, frustrados e impotentes, sobre todo porque la ciencia médica tiene dificultades para explicar sus causas y diferenciarlo de otras afecciones dolorosas. Esta descripción general del síndrome debería ayudarlo a comprender cómo reconocerlo y qué hacer al respecto.

Causas del síndrome de dolor miofascial

El dolor miofascial describe el dolor que afecta tanto a los músculos como a la membrana de tejido conectivo que los rodea (conocida como fascia). Si bien la ciencia médica aún tiene que rastrear los mecanismos exactos detrás del síndrome de dolor miofascial, a menudo sigue a una lesión aguda en los músculos, tendones o ligamentos.

Las condiciones de tensión crónica, como las lesiones por movimientos repetitivos, también pueden iniciar este síndrome. Estas lesiones generalmente ocurren cuando somete a un grupo muscular, articulación o tejido conectivo en particular a un uso excesivo constante.

En algunos casos, el síndrome de dolor miofascial puede deberse no al uso excesivo, sino a la infrautilización de la parte del cuerpo afectada. Por ejemplo, un brazo forzado a la inactividad debido a semanas con un yeso o un cabestrillo puede desarrollar este síndrome. Incluso el estrés emocional crónico puede llevarte a contraer los músculos constantemente, fomentando el síndrome miofascial.

Síntomas y complicaciones del síndrome de dolor miofascial

El síntoma característico del síndrome de dolor miofascial consiste en la aparición de nudos musculares rígidos y palpables. Es posible que estos nudos no duelan cuando los tocas; en cambio, remiten las señales de dolor a una parte cercana del cuerpo. Los puntos gatillo también pueden hacer que la región afectada del cuerpo experimente entumecimiento u hormigueo.

A diferencia del dolor agudo típico asociado con un tirón muscular o un nudo muscular aislado a corto plazo, el síndrome de dolor miofascial puede atormentarlo con dolor constante o frecuente y otros síntomas neurológicos. Algunos pacientes incluso experimentan el síndrome del intestino irritable como un problema concurrente.

El síndrome de dolor miofascial comparte síntomas con la fibromialgia, lo que hace que los dos problemas sean difíciles de diferenciar. Los nudos musculares creados por la fibromialgia, sin embargo, se sienten doloroso en el sitio del nudo en lugar de referir el dolor a otra parte. La fibromialgia también distribuye sus síntomas por más partes del cuerpo que el síndrome de dolor miofascial.

Diagnóstico del Síndrome de Dolor Miofascial

Los nudos musculares asociados con síntomas de dolor referido que continúan por más de tres meses califican como un problema de dolor crónico. Esto puede hacer que su médico considere el síndrome de dolor miofascial como un diagnóstico probable.

Para verificar este diagnóstico, su médico puede buscar características distintivas como el signo del salto. En esta reacción, la palpación del punto gatillo produce un dolor referido lo suficientemente agudo como para hacerle saltar o sacudirse en respuesta. La presencia de otros síntomas como el síndrome del intestino irritable puede ayudar a confirmar el diagnóstico.

Tratamiento del síndrome de dolor miofascial

Las técnicas conservadoras de manejo del dolor y alivio del estrés pueden ayudar a controlar su síndrome de dolor miofascial. Los ejemplos de tales técnicas incluyen terapia de masaje, ejercicios de fisioterapia, punción seca y ultrasonido terapéutico. Es posible que desee probar estos métodos antes de avanzar a opciones más sólidas.

El tratamiento médico puede tener éxito donde la atención conservadora no puede. Investigar ha demostrado que la inyección de medicamentos analgésicos directamente en los puntos gatillo puede brindar un alivio que dura semanas seguidas. Otro estudio mostró que las inyecciones de lidocaína demostraron ser más efectivas contra el dolor miofascial que el Botox o la punción seca.

Incluso problemas tan frustrantes como el síndrome de dolor miofascial pueden responder a la atención especializada de profesionales experimentados en el manejo del dolor. Contacto Especialistas en Manejo del Dolor en Chattanooga u Ooltewah para obtener más información sobre este síndrome y programar la ayuda que necesita.