Blog sobre el manejo del dolor de Emed


La enfermedad de Alzheimer es una afección neurodegenerativa que se caracteriza por la acumulación de grupos de proteína beta-amiloide en el cerebro. Exactamente qué causa estos cúmulos, conocidos como placas, y qué papel juegan en la progresión de la enfermedad es un área activa de investigación importante para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento.

Estudios recientes han encontrado que la beta-amiloide tiene propiedades antivirales y antimicrobianas, lo que sugiere un posible vínculo entre la respuesta inmune contra las infecciones y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Los biólogos químicos del Instituto Sloan Kettering ahora han descubierto evidencia clara de este vínculo: una proteína llamada IFITM3 que está involucrada en la respuesta inmune a los patógenos también juega un papel clave en la acumulación de beta-amiloide en las placas.

“Sabíamos que el sistema inmunitario desempeña un papel en la enfermedad de Alzheimer; por ejemplo, ayuda a limpiar las placas de beta-amiloide en el cerebro”, dice Yue-Ming Li, biólogo químico de SKI. “Pero esta es la primera evidencia directa de que la respuesta inmune contribuye a la producción de placas de beta-amiloide, la característica definitoria de la enfermedad de Alzheimer”.

En un artículo publicado el 2 de septiembre enNaturalezael Dr. Li y su equipo muestran que IFITM3 altera la actividad de una enzima llamada gamma-secretasa, que corta las proteínas precursoras en fragmentos de beta-amiloide que forman las placas.

Descubrieron que la eliminación de IFITM3 disminuyó la actividad de la enzima gamma-secretasa y, como resultado, redujo la cantidad de placas amiloides que se formaron en un modelo de ratón de la enfermedad.

Evidencia creciente para una nueva hipótesis

La neuroinflamación, o inflamación en el cerebro, ha surgido como una importante línea de investigación en la investigación de la enfermedad de Alzheimer. Los marcadores de inflamación, como ciertas moléculas inmunitarias llamadas citocinas, se potencian en modelos de ratones con enfermedad de Alzheimer y en los cerebros de personas con enfermedad de Alzheimer. El estudio del Dr. Li es el primero en proporcionar un vínculo directo entre esta inflamación y el desarrollo de placa, a través de IFITM3.

Los científicos saben que la producción de IFITM3 comienza en respuesta a la activación del sistema inmunitario por virus y bacterias invasores. Estas observaciones, combinadas con los nuevos hallazgos del laboratorio del Dr. Li de que IFITM3 contribuye directamente a la formación de placas, sugieren que las infecciones virales y bacterianas podrían aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. De hecho, el Dr. Li y sus colegas encontraron que el nivel de IFITM3 en muestras de cerebro humano se correlacionaba con los niveles de ciertas infecciones virales, así como con la actividad de gamma-secretasa y la producción de beta-amiloide.

La edad es el factor de riesgo número uno para la enfermedad de Alzheimer, y los niveles tanto de los marcadores inflamatorios como de IFITM3 aumentaron con la edad avanzada en ratones, encontraron los investigadores.

También descubrieron que IFITM3 aumenta en un subconjunto de pacientes con Alzheimer de inicio tardío, lo que significa que IFITM3 podría usarse potencialmente como un biomarcador para identificar un subconjunto de pacientes que podrían beneficiarse de terapias dirigidas contra IFITM3.

El próximo plan de los investigadores es investigar cómo IFITM3 interactúa con la gamma-secretasa a nivel molecular y atómico y cómo está involucrada en la neuroinflamación en modelos animales. También explorarán IFITM3 como un biomarcador de la enfermedad y como un objetivo potencial para nuevos medicamentos diseñados para tratarla.

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