Diagnóstico del síndrome de dolor miofascial


El síndrome de dolor miofascial es una afección que afecta los músculos y los tejidos circundantes. El dolor es estimulado por la presión, extendiéndose de un lugar a otro. En la mayoría de los casos, el síndrome miofascial se confunde con la fibromialgia, pero son diversos.

El síndrome de dolor miofascial no es quisquilloso y puede afectar a cualquier persona en cualquier momento. Cualquier persona, desde mujeres embarazadas hasta personas mayores de cuarenta años, puede sufrir dolores musculares. Sin embargo, el dolor se vuelve insoportable para algunas personas y permanece en sus cuerpos por mucho tiempo. Si experimenta dolor muscular prolongado, podría ser síndrome miofascial y necesita buscar tratamiento.

Cómo se diagnostica el síndrome de dolor miofascial

El síndrome de dolor miofascial es una de las enfermedades pasadas por alto y subdiagnosticadas. Algunos pueden confundirlo con problemas de huesos, nervios o ligamentos, pero es un problema en los músculos. El síndrome no tiene signos visibles como hinchazón o enrojecimiento, y no se puede diagnosticar mediante pruebas de laboratorio, electromiografía o pruebas de imagen.

La mejor manera de detectar el síndrome de dolor miofascial es a través de un examen físico de los músculos para sentir las bandas tensas de los músculos y encontrar puntos sensibles. Cuando su proveedor de atención médica ejerce presión sobre un punto gatillo, sentirá dolor inmediatamente o en el área circundante.

Los puntos gatillo están disponibles en cuatro tipos:

  • Punto gatillo activo: área dentro del músculo y la presión ejercida sobre el punto da como resultado dolor regional o local.
  • Punto gatillo secundario: está en el músculo y se vuelve irritante cuando activas el punto gatillo activo.
  • Punto de activación del satélite: un punto inactivo que se superpone con otra región de puntos de activación.
  • Punto gatillo latente: es un punto inactivo pero puede estar activo

Cómo tratar el síndrome de dolor miofascial

Cuando experimenta el síndrome miofascial, es mejor recibir tratamientos tan pronto como desarrolle los primeros síntomas para evitar el establecimiento de puntos desencadenantes. Existen diferentes tipos de tratamiento, y los profesionales médicos utilizan estas combinaciones de tratamientos para restaurar los músculos.

  1. Fisioterapia: para estirar, relajar y fortalecer los músculos
  2. Terapia de relajación o acupuntura: implica terapia cognitiva conductual y biorretroalimentación, que disminuye su nivel de ansiedad y mejora el sueño.
  3. Punción húmeda: el médico inyecta lidocaína con una aguja en los puntos desencadenantes para aliviar el dolor.
  4. Punción seca: implica empujar múltiples agujas delgadas en las áreas de activación para mejorar el flujo sanguíneo, aliviar el dolor y disminuir la tensión.
  5. Terapia con láser frío/luz de bajo nivel: uso de láseres para despertar la descarga de sustancias químicas que alivian el dolor
  6. Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea: su proveedor de atención médica le coloca almohadillas en la piel que envían señales eléctricas de bajo voltaje a su cuerpo.

Su proveedor de atención médica también puede sugerir otros medicamentos recetados, que incluyen,

  • antidepresivos
  • relajantes musculares
  • Analgésicos
  • esteroides
  • Antiinflamatorio no esteroideo

El síndrome de dolor miofascial es un problema pasado por alto y subdiagnosticado. Le puede pasar a cualquiera, sin importar la edad. Si no está seguro del síndrome miofascial y cómo diagnosticarlo, complete el siguiente formulario para Contáctenos, Equipo de Atención del Dolor y la Columna Vertebral del Sureste.