Dolor físico y salud emocional



La conexión entre el dolor o la angustia física y emocional puede ocurrir en cualquier dirección. Si alguien está experimentando un dolor físico intenso, puede seguir angustia emocional. De manera similar, si una persona está experimentando una angustia emocional intensa (preocupación, miedo), puede presentar síntomas físicos. Algunos se refieren a esto como dolor psicógeno, o cuando el dolor físico está relacionado con el estrés emocional o es causado por factores psicológicos (incluidas la depresión y la ansiedad). Si bien existen varias opciones para tratar a una persona con dolor físico que es la causa de una lesión o inflamación, tratar el dolor psicógeno es más difícil ya que requiere un cambio en la mente del paciente. A continuación, exploramos con mayor detalle la relación entre el dolor físico y nuestra salud emocional.

Si bien algunos argumentan que los efectos físicos del dolor emocional están “todos en nuestras cabezas”, es importante tener en cuenta que las personas experimentan dolores de cabeza reales, dolor físico real, malestar digestivo real, etc., aunque los orígenes del dolor pueden ser emocionales. . Hay investigaciones que respaldan la idea de que el trauma emocional podría tener tanta responsabilidad en el dolor crónico como las lesiones físicas. Cuando el dolor físico no disminuye o termina por completo, puede haber un trabajo emocional que debe abordarse. Los estudios han encontrado que la ansiedad y el estrés hacen que nuestros músculos se tensen y se contraigan, lo que con el tiempo hace que los músculos se fatigan y sean ineficientes, lo que a menudo provoca dolor físico, tanto agudo como crónico.

Si nuestros cuerpos han procesado por completo un evento físicamente doloroso, nuestra mente aún puede estar lidiando con las consecuencias. Cuando nuestra mente no puede llegar a una resolución, el sistema nervioso aún podría estar creando hormonas del estrés, manteniendo nuestros cuerpos en un estado elevado, lo que puede causar efectos físicos persistentes.

Si experimenta dolor físico y no ha podido determinar una causa física, como un ligamento desgarrado, un músculo tenso o un nervio pellizcado, lo alentamos a que explore lo que tiene en mente. Si estás estresado, ansioso o evitas cierto tema, evento o sentimiento, tu cuerpo puede estar advirtiéndote, a través del dolor, que algo necesita solución. Si es capaz, el ejercicio ligero es una excelente manera de estimular su sistema linfático y llevar oxígeno a sus músculos. La implementación de la psicoterapia, junto con la fisioterapia u otras opciones de tratamiento de alivio físico, podría ayudar a prolongar sus momentos de relajación y calma, y ​​reducir los momentos de dolor agudo y crónico provocado por un trauma o angustia emocional.

Si está interesado en obtener más información sobre las relaciones entre el dolor físico y nuestra salud emocional, comuníquese con nuestro equipo. Nos complace programar una consulta y crear un plan de tratamiento que pueda ayudarlo a alcanzar su máximo potencial de salud física y emocional.