Ocho cosas que puedes hacer ahora mismo para empezar a sentirte mejor.
Aprender a sentirse mejor requiere saber cómo aprovechar las habilidades de su cerebro; tu cerebro te permite tanto sentir dolor como no sentir dolor. Los neurocientíficos han descubierto que la mejor manera de cambiar los sentimientos negativos es tener una experiencia que genere sentimientos diferentes, lo que también está relacionado con los sentimientos dolorosos. A continuación encontrará ocho estrategias ‘brain-smart’ que le ayudarán a empezar a aprender a controlar su dolor y sentirse mejor de forma permanente. Se supone que tiene acceso a la ayuda médica adecuada.
- Haz las paces con tus sentimientos.
Hacer las paces con tus sentimientos significa comprenderlos y aceptarlos. Los sentimientos negativos como la ansiedad, la depresión y la ira son normal reacciones al dolor: parte de su respuesta natural y evolutiva a los eventos de la vida. Están diseñados para ayudarte a sobrevivir. La falta de comprensión de tales sentimientos puede aumentar su dolor. La ansiedad significa que estás preocupado por el futuro. La depresión puede significar muchas cosas, desde afligirse por la pérdida de capacidades hasta darse cuenta de que sus formas habituales de afrontamiento no funcionan. La ira significa que te sientes frustrado. Aceptar, en lugar de juzgar tus sentimientos, te permite convertirlos en algo útil en lugar de convertirte en parte del problema.
2. Aprende a convertir tus sentimientos negativos en algo útil.
Una vez que comprenda el significado de sus sentimientos, el siguiente paso es aprovecharlos productivamente. Piense en sus sentimientos como guías para la acción en lugar de puntos finales en sí mismos. La ansiedad significa que necesitas sentir que tienes más control sobre lo que está sucediendo. Esto no siempre es posible, pero usted pueden cambia tu perspectiva. Por ejemplo, en lugar de pensar demasiado en el futuro, intente concentrarse en el día de hoy y en lo que puede controlar. en este momento. De manera similar, la depresión puede significar que necesita darse permiso para llorar si ha habido pérdidas. Pruebe algo diferente u obtenga algún consejo si sus formas habituales de afrontamiento no funcionan.
3. Cambia tu enfoque.
Encuentre algo agradable que hacer que lo saque de su mentalidad de dolor, aunque sea temporalmente. Las actividades placenteras, como escuchar música, hablar con un amigo o incluso tejer, pueden estimular sentimientos temporales de alivio al desviar la atención del dolor. Tú deber tenga algunas formas de estimular sentimientos alternativos a los asociados con su dolor; estas pueden ser cosas que disfrutó en su infancia, pero también puede tener que ‘pensar fuera de la caja’. Haga que esa actividad sea parte de su vida y hágala a menudo. Aprender a concentrarse en actividades placenteras requiere esfuerzo y fuerza de voluntad, pero es el comienzo de aprender a sentirse mejor.
4. Aprende a usar la experiencia para cambiar tu dolor
Otra estrategia más poderosa (ya que implica vincular una nueva experiencia sensorial-emocional a una anterior) es;
1) concéntrese en su dolor sin juzgarlo (primer paso)
2) respira en él, notando la tensión mientras lo haces,
3) y luego, al exhalar, observe la sensación de relajación mientras lo hace, y
imagina que estás exhalando un poco del dolor.
4) Repita este ejercicio, notando el ciclo de tensión y relajación a medida que
inhala y exhala, y con cada exhalación imagina que estás respirando
sacar un poco más de tu dolor.
5. Eliminar el pensamiento negativo
Trate de pensar de manera más crítica sobre sus patrones de pensamiento y aprenda a salirse de sus formas habituales de pensar. La preocupación, la autocrítica y el temor a lo peor son patrones comunes de pensamiento negativo que tienden a exacerbar el dolor. También son formas de pensamiento muy improductivas: ¡la mayoría de los que se preocupan crónicamente ni siquiera son conscientes de lo que les preocupa la mitad del tiempo! Seguro que hay cosas por las que preocuparse, pero también hay nietos, puestas de sol, jardines y metas y logros personales. ¿Por qué no pensar más en las cosas que puede disfrutar o sobre las que puede tener cierto control?
6. Hable al respecto
Mucha gente cree que el dolor es “su responsabilidad” y que no debe cargar a otros con él. Esta es una noción loca, peligrosa y equivocada que hace que las personas se sientan aisladas cuando más apoyo necesitan. Los seres humanos en realidad están ‘programados’ para necesitarse unos a otros; para eso están las emociones como el amor y la compasión. Compartir tus sentimientos con alguien a quien le importas libera la tensión y aligera la carga del dolor. Una vez que te hayas desahogado no hace falta que sigas repitiendo el mensaje, una mirada o una breve declaración sobre cómo te sientes es suficiente, pero al menos sabrás que no estás solo con tu dolor.
7. ¡Descansar un poco!
El dolor afecta la calidad de su sueño y su rutina de sueño. Aprende a escuchar a tu cuerpo y reconocer cuándo necesita descansar. Duerma cuando y donde pueda en lugar de esperar a la hora de acostarse. Aunque esto puede afectar su capacidad para conciliar el sueño a la hora habitual, la realidad es que probablemente esto no suceda de todos modos. En lugar de tratar de obligar a su cuerpo a seguir una rutina de sueño normal, acepte que su rutina de sueño no va a ser normal y, si es posible, solo duerma cuando se sienta cansado, independientemente de la hora. Aunque es un inconveniente, al menos descansará más y esto mejorará su capacidad para sobrellevar la situación.
8. Asegúrate de tener seguridad
La seguridad es la necesidad humana más básica. Cuando existe una amenaza para su seguridad, esto se convierte automáticamente en su enfoque principal en la vida: su supervivencia depende de ello. Aunque tendemos a pensar en las amenazas a la seguridad en términos de asaltantes o terroristas, el dolor también es una amenaza para la seguridad, ya que le quita la capacidad de funcionar normalmente. Esta es la razón por la que muchas personas que sufren de dolor se sienten agitadas, inquietas y “nerviosas”. Atender su seguridad significa asegurarse de que tenga acceso a un tratamiento médico adecuado, incluido un médico de confianza, una buena red de apoyo y cierta capacidad para controlar el dolor y sus efectos en su vida.
Con suerte, los pasos descritos en este artículo serán útiles para ayudarlo a comprender sus necesidades y cómo lograrlas.